¿Qué es la cirugía laparoscópica?

La "cirugía laparoscópica" o "mínimamente invasiva" es una técnica de abordaje para realizar procedimientos quirúrgicos con menor grado de invasión al paciente, lo cual permite una rápida recuperación, menor dolor y mejores resultados estéticos.

En sus inicios esta técnica de abordaje comenzó a emplearse en cirugía ginecológica y cirugía de vesícula biliar, sin embargo, durante los últimos años, el uso de esta técnica se ha ampliado significativamente y hoy día es posible realizar una gran variedad de procedimientos quirúrgicos mediante mínima invasión.

En la cirugía tradicional "abierta", el cirujano usa una sola incisión para entrar al abdomen. La cirugía laparoscópica usa varias incisiones de 0.5 a 1 cm. Cada incisión se denomina "puerto". En cada puerto se inserta un instrumento tubular conocido como trocar. Durante el procedimiento, a través de los trocares se pasan instrumentos especializados y una cámara especial llamada laparoscopio. Al iniciar el procedimiento, el abdomen se infla con un gas llamado dióxido de carbono para proporcionar al cirujano un espacio de trabajo y visibilidad. El laparoscopio transmite imágenes de la cavidad abdominal a los monitores de video de alta resolución del quirófano.

Durante la operación, el cirujano observa las imágenes detalladas del abdomen en el monitor. El sistema permite que el cirujano realice las mismas operaciones que la cirugía tradicional, pero con incisiones más pequeñas.



¿Qué tipo de operaciones pueden realizarse con la cirugía laparoscópica?

La mayoría de las cirugías abdominales, intestinales, ginecológicas, de tórax, de tiroides y urológicas puede realizarse con la técnica de mínima invasión. Éstas incluyen la cirugía para vesícula, apéndice, estómago, intestino, riñón, histerectomía, ovarios, etc.

Recientemente se ha desarrollado una técnica para cirugía de tiroides (tiroidectomía) que también realizamos por mínima invasión a través del labio inferior sin dejar cicatrices visibles.